Roma, la capital de Italia, es conocida como la Ciudad Eterna porque en ella el tiempo parece haberse detenido. Sus monumentos y los restos de imponentes edificios hacen que se convierta en un viaje en el tiempo. La ciudad está envuelta en un ambiente mágico que se percibe recorriendo sus calles que aún nos muestran la grandeza de uno de los imperios más poderosos de la historia.
Roma fue fundada, según la tradición, por Rómulo y Remo, ambos amamantados por una loba, llamada Luperca, el 21 de abril del año 753 a. C. Desde que fue el epicentro del Imperio Romano ha sido una ciudad que ha influido en el mundo con su cultura, lengua, literatura, música, arquitectura, arte, gastronomía, filosofía y religión.
Llegamos a Roma en avión desde Londres en julio del 2015. Contratamos un traslado, ya que el Aeropuerto de Fiumicino queda a unos 30 kilómetros del centro de Roma. Nos alojamos a unos metros de la Piazza di Spagna, en un departamento típico romano ubicado en Via della Vite 94, dejamos el equipaje y salimos a recorrer las calles de Roma, donde nos quedamos por 3 noches. Ni bien salimos del apartamento nos fuimos a conocer la Piazza de Spagna ya que estábamos a solo 200 metros.
Piazza di Spagna. La Plaza de España es uno de los lugares más visitados de Roma. Su espectacular escalera es lugar de encuentro de romanos y turistas y ha sido escenario de un sinfín de películas.
Está ubicada en una de las mejores zonas de Roma, rodeada por algunas de las calles más famosas: la Via dei Condotti (famosa calle de compras), la Via Frattina y la Via del Babuino. En la plaza se encuentra la famosa escalinata, construida por Francesco de Santis entre 1723 y 1726, la Fontana della Barcaccia, el Obelisco, instalado en este lugar por el Papa Pío VI en 1789, el mismo año que estalló la Revolución Francesa, la Trinità dei Monti, iglesia construida a finales del siglo XV por el rey de Francia, la Columna de la Inmaculada y la
Embajada de España ante la Santa Sede.
Seguimos la caminata por la Via del Babuino que conduce a la Piazza del Popolo. A la mitad del camino se encuentra la estatua del Babuino, una de las estatuas parlantes de la ciudad.
Piazza del Popolo. La plaza está ubicada en el lugar donde se situaba la antigua Porta Flaminia, hoy conocida como Porta del Popolo. En esta puerta comenzaba la vía Flaminia, el camino construido en el 220 a.C. por la Roma Republicana para unir la urbe con la costa Adriática. Hoy desde la plaza nacen tres importantes calles: a la izquierda la Vía del Babuino, a la derecha la Vía di Ripetta y en el centro la Vía del Corso, una de las principales arterias comerciales de la ciudad. En la plaza podrán ver: la Iglesia de Santa Maria del Popolo, la Porta del Popolo, en el centro de la plaza el Obelisco de Ramsés II y las iglesias gemelas Santa María dei Miracoli y Santa María in Montesanto .
Desde la Piazza del Popolo nos fuimos caminando hasta la Fontana di Trevi, esa caminata la hicimos por la Via del Corso, con un kilómetro y medio de largo, une Piazza del Popolo con Piazza Venezia. Si bien es famosa por ser la calle de las compras de Roma, también ofrece arte, cultura y política.
Fontana di Trevi. La Fontana di Trevi es la fuente barroca más grande de la ciudad. Se construyó al final de un acueducto en el año 19 a.C. para llevar agua a Roma desde unos 20 km de distancia y abastecer de agua a las fuentes del centro histórico de la ciudad.
Trevi significa “tres vías”, la ubicación de la fuente se encuentra donde antiguamente coincidía la intersección de tres caminos.
Es tradición tirar monedas en la fuente, hay que hacerlo de una determinada forma: de espaldas a la fuente, tomar la moneda con la mano derecha y lanzarla hacia el agua por encima del hombro izquierdo. Si tiran una moneda es para volver a Roma, si tiran dos monedas encontrarán el amor y si tiran tres hay boda. Las monedas nunca permanecen en la fontana por más de 7 días, la ciudad las retira cada semana y dona el dinero a obras de caridad. La Fontana di Trevi ha sido el escenario de muchas películas, una de las más famosas fue "La Dolce Vita".
Nosotros lamentablemente la vimos sin agua, porque se encontraba en obras.
Salimos de la Fontana y luego de caminar un poco más de 600 mts llegamos al Panteón de Agripa.
Panteón de Agripa.
El Panteón de Agripa, conocido también como el Panteón de Roma, es una de las obras maestras de la arquitectura en la ciudad, además de ser el edificio mejor conservado de la antigua Roma.
La construcción del Panteón se realizó en el tiempo de Adriano, en el año 126 d.C. Un pórtico de ocho columnas de orden corintio nos recibe en la entrada, sobre ellas luce una inscripción dedicada a Agripa, autor del templo original. Se trata de uno de los templos paganos que fueron convertidos en iglesias cristianas después de que el Imperio romano adoptara el cristianismo como fe oficial de la mano del emperador Constantino en el año 313 d.C. Gracias a su nueva condición el templo se ha mantenido prácticamente intacto hasta nuestros días, más de 2000 años después de su construcción.
Su visita es gratis.
Desde el Panteón nos fuimos caminando unos 400 metros hasta llegar a la Piazza Navona.
Piazza Navona y Campo dei Fiori. En ella transcurre la vida cotidiana de los romanos, rodeada de cafeterías, llena de turistas, actuaciones callejeras y manifestaciones.
Tiene forma ovalada debido a que sigue el trazado de un antiguo estadio, el de Domiciano, construido en el año 86 d.c., que tenía capacidad para treinta mil espectadores; en el extremo norte se encuentran los restos de la entrada original al antiguo estadio.
Está rodeada de importantes edificios, como la Iglesia de Sant’Agnese in Agone de Borromini o el Palacio Pamphili, que actualmente alberga la Embajada de Brasil. Muy cerca de allí se encuentra otra de las plazas famosas de Roma. Campo dei Fiori, uno de los lugares más populares de Roma, donde todas las mañanas hay un mercado donde venden alimentos, flores y todo tipo de productos. En la noche se convierte en una zona muy agradable para cenar en alguna de sus terrazas.
Al día siguiente iniciamos nuestra caminata por la Via del Corso hacia la Plaza Venezia.
Plaza Venezia. La Plaza Venezia se encuentra ubicada, junto al Palacio Venezia. En el centro de la misma se encuentra el monumento a Vittorio Emanuele II, uno de los símbolos más característicos de Roma. Es el eje que conecta todo Roma y la unión entre la Antigua Roma y la moderna.
La plaza une monumentos y sitios importantísimos de la ciudad con calles y carreteras que salen desde ella. Sin ir más lejos, el Coliseo, el Teatro Marcello y Plaza del Popolo están conectados directamente con la plaza.
Bordeamos la plaza y tomamos por la Via dei Fori Imperiali que nos llevaría hasta el Coliseo Romano, esta calle divide en dos la extensión de los antiguos foros romanos. Entre los que están el más antiguo Foro Romano, el foro de César, el de Trajano, el de Augusto y el de Nerva. Es un gran museo a cielo abierto, ya que está adornada de estatuas de emperadores y rodeada de los antiguos foros.
Foro Romano.
El Foro Romano era la zona en la que se desarrollaba la vida pública y religiosa en la antigua Roma.
Es junto con el Coliseo la mayor muestra de grandeza del Imperio Romano que se puede ver en la actualidad.
Al finalizar el Imperio, el Foro Romano poco a poco quedó enterrado.
En el siglo XVI ya se conocía la existencia y la ubicación del Foro, pero no fue hasta el siglo XX cuando se realizaron las excavaciones.
En el foro podrán ver los antiguos templos, la Vía Sacra, el Arco de Tito, el Arco de Severo Séptimo, la Curia y la Columna de Foca entre otros. Al finalizar la caminata por la Via dei Fori Imperiali nos llevó directamente al Coliseo Romano, ese día no pudimos entrar porque había muchísima gente, por lo que compramos las entradas para asegurarnos la visita al día siguiente.
Decidimos entonces seguir caminando por los alrededores del Coliseo, y nos encontramos con el Arco de Constantino.
Arco de Constantino.
Es un arco del triunfo que se encuentra entre el Coliseo y la colina del Palatino en Roma, fue erigido en el año 315 para conmemorar la victoria de Constantino I el grande, en la batalla del Puente Milvio. El Arco de Constantino es uno de los monumentos mejor conservados de la antigua Roma.
Luego de ver el Arco comenzamos a bordear el Monte Palatino. Monte Palatino.
El monte Palatino es una de las siete colinas que forman el corazón de Roma. Además de ser la más céntrica, también es el lugar donde Rómulo fundó la ciudad y donde los emperadores fijaron su residencia hasta la caída del Imperio Romano. Se trata de una de las áreas más antiguas y con más historia de la ciudad.
Tomamos por la Vía del Circo Massimo, situado entre los montes Aventino y Palatino, era el más grande de Roma. Se trata de un recinto alargado con espacio para 300.000 espectadores.
Y desde allí nos dirigimos a la Bocca della Veritá
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Bocca della Veritá.
La Boca de la Verdad es un disco de piedra que representa un rostro masculino con la boca abierta. En la Edad Media, se decía que era un detector de mentiras. Según dice una leyenda la boca, que está abierta, se cierra cuando alguien que miente pone su mano dentro.
Desde allí continuamos caminando hasta llegar a la Plaza del Campidoglio o Plaza del Capitolio que está situada en la cima de la Colina Capitolina y es la primera plaza moderna que se diseñó en Roma, en ella se encuentran situados los Museos Capitolinos y en la esquina entre el Palazzo Senatorio y el Palazzo Nuovo se encuentra situada la escultura de la mítica Loba Capitolina que forma parte de la Leyenda de Rómulo y Remo.
Desde allí emprendimos el regreso al departamento pasando nuevamente por la Plaza Venezia y Vía del Corso.
Nuestro tercer día en Roma nos dedicamos a recorrer el Vaticano en la mañana.
Nos tomamos la línea A del metro en la Piazza di Spagna (la estación está frente a la Iglesia Trinitá dei Monti), lo tomamos en dirección Battistini y nos bajamos en la parada Ottaviano.
Una vez allí caminamos por la Vía Ottaviano que luego se llama Vía di Porta Angelica y que nos llevó directo al centro de la Piazza San Pietro.
Vaticano.
El Estado de la Ciudad del Vaticano se encuentra en Roma, tiene una superficie de medio kilómetro cuadrado y cuenta con unos 800 habitantes. Es el Estado más pequeño del mundo.
En la Ciudad del Vaticano hay tres visitas imprescindibles: la Plaza de San Pedro, la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos, donde se encuentra la Capilla Sixtina.
Lo primero que deben saber es que para ingresar al Vaticano hay un código de vestimenta que hay que cumplir.
Los hombres deben ir con pantalón o bermudas por debajo de las rodillas y las mujeres deben llevar cubiertos los hombros, así como también pollera o bermuda por debajo de la rodilla o pantalón.
Otro detalle importante es que deben ir temprano si quieren evitar las largas colas para poder entrar a la Basílica de San Pedro.
La Plaza de San Pedro.
La Plaza de San Pedro o Plaza del Vaticano, obra de arte de Bernini, es probablemente la plaza más conocida no solo de Roma y de Italia, sino del mundo entero. Las dimensiones de la plaza son enormes: 320 metros de profundidad y 240 metros de diámetro en la parte central. Tiene una capacidad para unas 300.000 personas, además de la belleza de sus formas y elementos, y la grandiosidad del obelisco central, sus fuentes y por supuesto la Basílica de San Pedro.
La Plaza de San Pedro tiene una forma elíptica rodeada por columnas, en cuyo centro se encuentra un imponente obelisco. Los extremos de la Plaza de San Pedro serían por un lado la entrada: Plaza de Pío XII, y por el otro lado el destino: la Basílica de San Pedro, a la que la Plaza de San Pedro sirve de antesala.
En la plaza es donde se hace la fila para poder entrar a la Basílica, la entrada es gratuita, pueden rentar una audioguía que los ayudará mucho a entender y conocer todo lo que verán allí adentro. Si quieren subir a la cúpula deben pagar un ingreso. Nosotros fuimos un domingo, por suerte no había mucha gente, por lo que la cola no duró más de 20 a 30 minutos, después de pasar el área de seguridad finalmente entramos.
Basílica de San Pedro. Una experiencia inolvidable realmente, sin dudas es la iglesia más magnífica, más imponente y más emblemática que he visitado. En números: 136 metros de altura, 190 de longitud para una superfície total de más de 22.000 metros cuadrados y su cúpula pesa 14.000 toneladas. Puede recibir a unas 20.000 personas, con 45 altares, 11 capillas y además tiene en su interior algunas de las obras de arte más importantes del mundo. La visita lleva tiempo ya que hay mucho para ver, lo que más me gustó: la Puerta Santa, la Cúpula, Baldaquino de San Pedro, Estatua de bronce de San Pedro, tumba de Juan Pablo II y la Piedad de Miguel Angel. Esta última una obra maestra de Miguel Ángel, representa la devoción y dolor de la Virgen María ante el cuerpo de su hijo tras su muerte en la cruz, es de una perfección tal que pueden estar parados mirándola por un rato largo y no van a poder creer que alguien en 1499 con solo 24 años pueda haber logrado transmitir en un pedazo de mármol de carrara lo que transmite esta obra cuando la miran. Parece tan real que asombra. Luego de recorrer toda la Basílica con la audioguía nos enteramos que los domingos están cerrados los Museos Vaticanos (por ese motivo había tan poca gente), así que es una visita que nos quedó pendiente para la próxima vez en Roma.
Museos Vaticanos.
Los Museos Vaticanos cada año reciben la visita de millones de turistas, muestran la importancia y el poder que acumularon los Papas durante siglos como líderes de la Cristiandad. En su interior, conservan colecciones desde el arte egipcio al contemporáneo, pasando por la escultura antigua o la pintura italiana de los últimos setecientos años hasta llegar a colecciones “menores” como la de las monedas, la de los sellos o las carrozas papales.
Cuentan con salas tan asombrosas como la Capilla Sixtina, sin lugar a dudas una de las maravillas del arte mundial, gracias a su majestuosidad y su riqueza de detalles y colores brillantes, la Galería de los Mapas Cartográficos o las Estancias de Rafael. Entrada 17 euros. De lunes a sábados, reservar en la web con anticipación. https://www.museivaticani.va/content/museivaticani/es.html
Una vez que salimos de la Basílica hicimos una caminata por la Vía della Conciliazione, una
calle que conecta la Plaza de San Pedro con el Castel Sant'Angelo, tiene muchas tiendas, restaurantes y además muchos edificios de valor histórico y religioso.
Desde allí nos volvimos a Roma ya que esa tarde nos esperaba el Coliseo Romano.
Coliseo Romano.
Llamado en la antigüedad Anfiteatro Flavio, es el más grande construido durante el Imperio Romano y el principal símbolo de Roma.
Una imponente construcción que, con casi 2.000 años de antigüedad nos hizo retroceder en el tiempo y poder ver cómo era la antigua sociedad del Imperio Romano.
La construcción del Coliseo comenzó en el año 71 bajo el régimen de Vespasiano y terminó en el año 80 durante el mandato del emperador Tito. Tras la finalización de la construcción el Coliseo se convirtió en el mayor anfiteatro romano, con unas dimensiones de 188 metros de longitud, 156 metros de anchura y 57 metros de altura. Aun cuando en la actualidad el Coliseo Romano se encuentra en ruinas nos sigue impresionando por su gran tamaño y belleza y es por ello que desde el 2007 es considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Entrada a partir de 24 euros. Se pueden comprar por alguna pagina online o directamente en las oficinas del Coliseo, del Foro Romano o del Palatino.
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