El viaje que hice al Amazonas fue de los destinos más exóticos que me tocó conocer hasta el momento.
Aquí no hay montañas, ni picos nevados, ni alturas.
Acá todo es diferente, acá no hay calles, sino ríos, acá no hay autos, sino canoas, acá hay tribus indígenas que te invitan a conocer su mundo tan alejado de la ciudad y tan fuera de nuestra realidad.
Acá hay una diversidad enorme de vegetación y de animales que conviven en una perfecta armonía.
Cuando uno piensa en vacacionar en Brasil rápidamente se le viene a la cabeza sus hermosas playas del litoral este del país, así como también la increíble ciudad de Rio de Janeiro, entre otras. Pero muchas veces nos olvidamos que mas al norte tenemos la exuberante selva amazónica, la cual merece ser conocida y visitada al menos una vez en la vida.
El estado de Amazonas es el mas grande de Brasil y su capital Manaos es la puerta de entrada principal al bosque ecuatorial mas grande del planeta, rodeado de pequeños archipiélagos y áreas ecológicas, donde se destacan el archipiélago Anavilhanas y el encuentro de las aguas.
En esta oportunidad viajé al Amazonas en agosto del 2015 acompañada de un grupo de colegas, afortunados de haber sido elegidos para conocer este lado de Brasil, poco conocido por nosotros, nos aventuramos en una experiencia inolvidable.
La mejor manera de conocer este destino es volando a Manaos, aquí es necesario pernoctar un par de noches para conocer su ciudad y las diversas actividades que podes hacer desde aquí. Luego tomarás una embarcación para alojarte en alguno de los hoteles que hay en la selva, ahí te sumergirás en la densa y verde vegetación, donde todos tus sentidos se agudizarán.
Una vez que hayas experimentado la vida en la selva regresaras a Manaos donde dormirás la última noche, para al día siguiente tomar el vuelo de regreso.
Otra de las opciones para conocer el Amazonas es tomando un crucero desde Manaos, como por ejemplo el Iberostar Grand Amazon, este lujoso crucero cuenta con paquetes de 3, 4 y 7 noches navegando por el Río Negro y Río Solimoes. Desde aquí se pueden tomar variadas opciones de actividades con guías altamente calificados en la región.
Debido a la proximidad con la linea del ecuador, el calor es constante.
La proximidad de los bosques por lo general evita los días de calor extremo y hace que la ciudad sea muy húmeda. El mes más seco es agosto, mientras que el mas lluvioso es marzo.
Aquí les cuento mi experiencia de viaje y como lo viví yo :
En nuestro caso la estadía en Manaos fue en el Hotel Tropical, ubicado en Ponta Negra, a orillas del Rio Negro, a 10 kms del aeropuerto de Manaos y a 15 kms del casco histórico de la ciudad.
Hotel de gran estructura construido en el año 1976 y con una reciente remodelación en el año 2015.
Desde el muelle de este hotel fue que tomamos una embarcación para navegar unos 25 kms hasta llegar a él “encuentro de las aguas”.
Esta es la confluencia del río Negro de aguas más oscuras casi de color negro, con el río Solimoes, como es llamado el río Amazonas en Brasil en ese tramo, de aguas mas claras con tonalidad marrón claro arcillosa.
Durante 6 kms las aguas de los dos ríos corren lado a lado sin mezclarse, en algunos puntos tiene hasta 60 mts de profundidad.
Este fenómeno es producido por las diferencias de temperatura, velocidad y densidad del agua de ambos ríos.
Este tour es una de las principales actividades turísticas de Manaos.
Después de haber disfrutado de este fascinante fenómeno seguimos navegando por el río Negro hasta llegar al parque ecológico January donde podemos ver las famosas plantas acuáticas que llevan el nombre de victoria regia, conocer sus artesanías indigenas y degustar de un rico almuerzo en su puerto flotante.
Luego de almorzar hicimos un paseo en canoas motorizadas por los diferentes canales del río Negro y río Solimoes, donde bajamos de la embarcación e interactuamos con familias que viven a la orilla del río.
Mas tarde volveríamos al Hotel Tropical donde dormimos esa noche, para al día siguiente ansiosos salir hacia la selva.
Y llegó el día ! luego de un trayecto terrestre y fluvial que duró unas 3 horas aproximadamente, llegamos al Hotel Ariau Amazon Tower, este emblemático hotel en medio de la selva que lamentablemente hoy ya no existe más.
Vale la pena hacer una breve reseña de este hotel : En el año 1982 el legendario Jacques Cousteau, oficial naval, inventor y oceanografo francés, se encontraba explorando en la Amazonia.
Su interes se centraba especificamente en el delfin rosado de agua dulce.
En aquella época, él y todo su equipo se alojaban en un hotel de Manaos donde pronto hizo amistad con Francisco Ritta Bernardino que luego fuera el dueño del Hotel Ariau Amazon Tower.
Ambos eran emprendedores y amantes de la naturaleza.
Fue así que en uno de aquellos desayunos que solían compartir en el hotel de Manaos, Cousteau le comento a su amigo: “Hoy el mundo esta obsesionado con la posibilidad de una guerra nuclear, pero eso no va a durar mucho, la guerra del futuro tendrá lugar entre los que quieren defender a la naturaleza y los que quieren destruirla. La Amazonia estará entonces en el ojo del huracán. Científicos, políticos, artistas e intelectuales aterrizarán por aquí para saber lo que estamos haciendo con este último gran bosque”.
Fue así que impulsado por el oceanografo francés, el hotelero brasileño Francisco Ritta Bernardino en el año 1986 compró una isla en el Río Negro cerca de su confluencia con el Río Solimoes. Y en este ambiente ya en 1987 rodeado de una intensa vegetación poblada de fauna terrestre y acuática fue que empezó a construir su hotel con madera y tecnologías nativas. Utilizando sobre todo el árbol acariquara del bosque inundado, cuya madera no se pudre ni siquiera estando sumergida en el agua, se construyeron las estructuras de pasarelas, puentes y habitaciones del mismo.
En este hotel se alojaron grandes celebridades tales como Leonardo Di Caprio, Bill Gates, ex presidentes de Estados Unidos y Alemania y hasta los mismísimos reyes de España como Juan Carlos y Sofia.
Sus años de mayor auge fue entre 1995 y 2001, empleaba a cientos de personas beneficiando así a cientos de familias de comunidades del entorno.
En el año 2001, luego de la caída de las Torres Gemelas de New York, perdieron gran parte del mercado internacional (el 90% de sus huéspedes eran americanos) por lo que dejaron de ganar en dólares y el costo fijo del hotel era demasiado alto. A pesar de tener movimiento con el mercado interno con las tarifas en reales no ganaban lo suficiente para mantener semejante estructura y en el año 2014 comenzó a decaer.
Ya cuando nosotros nos alojamos en el 2015, notamos que él mismo estaba con una gran falta de mantenimiento.
Fue así que al año siguiente nos enteramos que lamentablemente él Ariau Amazon Tower había cerrado definitivamente sus puertas al público. Y en el 2017 el hotel que en un momento supo ser un hotel de lujo en medio de la selva, se encontraba en total estado de abandono.
Este símbolo del Amazonas, hoy totalmente en ruinas, quedará en la memoria de unos pocos que tuvimos el privilegio de conocerlo y de caminar por sus pasarelas, casi tocando la copa de los árboles.
Pero volvamos al 2015! porque aun así con su falta de mantenimiento, fue el sitio donde vivimos las mejores experiencias.
La gran mayoría de los hoteles de selva comparten casi las mismas actividades para brindar a los turistas, estas son:
-TOUR DE OBSERVACIÓN DE CAIMANES DURANTE LA NOCHE. Este tour fue increíble ! Alrededor de las 20:30hrs, ya de noche nos embarcamos en una canoa motorizada, comenzamos a navegar alejándonos cada vez mas del hotel con la única luz de una linterna, las estrellas y la luna. En determinado momento apagamos el motor de la canoa y nos quedamos en silencio escuchando los sonidos de la noche. Se siente una mezcla de miedito con algo mas que no lo puedo explicar, de repente miramos a los costados y a unos 4 mts vemos unas lucecitas brillantes…son los ojos de los yacarés!!!! Observándonos se mueven sigilosamente, por suerte y lógicamente estábamos acompañados de 2 guías expertos. La canoa comienza a acercarse a los matorrales donde se encuentran estos buenos amigos, y fue ahí que sin que ninguno de nosotros se percatara uno de los guías (nativos de la selva) de un chapuzón cae al agua!! y en fracción de segundos toma por el cuello a uno de estos animalitos, todos quedamos estupefactos y no entendíamos mucho! este buen señor, junto con el yacaré suben a la canoa donde estábamos todos nosotros, luego entendimos, la idea era capturar uno (pequeño obvio, este media cerca de 1 metro) para mostrarnos y contarnos un poco más de esta especie de reptiles que habitan el Amazonas.
Teniéndolo firme por el cuello era la manera de inmovilizarlo sin que el animal sufriera o la pasara mal.
Así que con el yacaré en la canoa nos fuimos de vuelta al hotel donde bajamos, ahí lo observamos y supimos mas de las características generales de este animal, luego, asombrados por todo lo vivido, lo devolvimos con mucho cuidado y respeto a su hábitat natural.
Vaya experiencia!, pues nunca había estado tan cerca de un yacaré. Este tour fue increíble !
-CAMINATA POR LA SELVA
Subimos a la canoa y navegamos por un rato entre las márgenes del rio Negro, así llegamos a una playita donde desembarcamos y nos recibe un nativo de la región quien nos cuenta y hace una demostración sobre la producción del caucho.
Debido a la extracción del caucho se desarrollaron las ciudades de Manaos, Belen y otras poblaciones brasileñas, que en poco tiempo y debido a la riqueza que trajo el caucho se transformaron en grandes ciudades.
Luego de esta charla, seguimos camino y nos internamos selva adentro, hacemos una caminata de unos 45 minutos en forma de U, conociendo su flora y fauna, escuchando los sonidos mas puros de la naturaleza, respirando aire limpio.
Finalmente llegamos a una escuela donde compartimos un rato con los niños, niños que con solo mirarlos un instante a los ojos nos llenaban de ternura, niños llenos de inocencia y pureza, niños diferentes ... niños amazónicos.
-VISITA A CASA DE CABOCLO
En canoa se pueden visitar las aldeas flotantes de los caboclos, el caboclo es la población mestiza que surgió a partir del cruce entre blancos e indígenas. Ellos nos invitan a conocer sus costumbres y tradiciones, su manera de subsistir a base del cultivo de la mandioca y de la pesca.
Compartimos una agradable tarde con ellos y su familia, nos invitan a probar la mandioca recién hecha y conocemos sus artesanías.
-TOUR DE PESCA DE PIRAÑAS
Salimos en una canoa y luego de navegar por unos minutos buscamos una especie de manglares donde nos metemos lo mas adentro posible, y una vez que nos detenemos sacamos las cañas y nos disponemos a pescar pirañas, pero así como las pescamos las devolvemos inmediatamente al río.
-TOUR DELFIN DEL AMAZONAS
Este tour no pudimos realizarlo lamentablemente por falta de tiempo.
Siempre me han contado que nadar con delfines es lo más lindo que hay, y no dudo que en el amazonas sea igual de hermoso .
La descripción del tour es así: nos embarcamos en una lancha rápida hacia el Lago Acajatuba o Ariau Creek. Aquí los visitantes podrán ver a los delfines de agua dulce del Amazonas y tendrán la oportunidad de darles de comer y nadar junto a ellos también. Durante el viaje de regreso también se disfruta de la oportunidad de ver algunas especies de aves y otros animales.
-VISITA A LA FLORESTA DE LOS MACACOS
Este tour lo hicimos desde el Hotel Amazon Ecopark Jungle.
La “Floresta dos Macacos” es un centro de rehabilitación y reincorporación de animales silvestres, creado en 1991 con el fin de recibir animales en mal estado confiscados en el comercio ilegal.
Este hotel participa de este trabajo, y a través de veterinarios y biólogos se trata de darles una mejor calidad de vida.
Los macacos que mas se ven por aquí son el macaco Uacari, de cara roja, y el macaco Barrigudo, este último es de gran tamaño, al principio asusta un poco, mientras que estuvimos ahí todo el tiempo nos dieron la espalda, pero son tranquilos, se dejan observar y hasta se les puede dar alguna fruta de cerca, sin alterar su entorno apacible y natural.
Otras actividades que realizamos en el amazonas fueron por ejemplo un refrescante baño en el río Negro. Volvíamos navegando regresando de la caminata por la selva, hacía mucho calor y nos detuvimos en medio del río para darnos un chapuzón reparador.
Otro día, en el Ariau Amazon Towers nos levantamos a las 05:00 a.m. para ver el amanecer sobre el río, algo que jamas en mi vida hago!
Pero ojo que los atardeceres tampoco se quedan atrás, son realmente espectaculares.
Navegar en canoa es una actividad que uno haría sin fin. Todo cambia continuamente: la luz, el agua, el aire, los colores, la vegetación.
La lluvia en el Amazonas también tiene su encanto, nos agarró a mitad de camino, entre pirañas y caboclos.
Otro atractivo del hotel Ariau Amazon Tower fue la gran cantidad de monitos Tití que había por todos lados, ellos conviven al lado tuyo como si nada, trepan por donde sea, inclusive hasta tu cabeza! No olvido más el ataque de risa que me dió con dos de ellos colgados de mis rulos.
Son muy divertidos, pero ojo! también son ladrones de comida y de cualquier cosa que dejes al descuido.
Otro dato que es bueno aclarar, es que Manaos y la gran mayoría de los lodges de selva están ubicados sobre el Rio Negro, cuyas características químicas no favorecen la proliferación de los mosquitos.
Durante toda mi estadía no ví a uno solo de ellos, lo cual fue buenísimo.
Como conté antes, también tuvimos la oportunidad de conocer un segundo hotel en la selva, fue el Amazon Ecopark Jungle.
Ubicado a 1 hora de Manaos, es el hotel de selva mas próximo a la ciudad.
Este hotel a diferencia del Ariau, contaba con mas infraestructura hotelera, estaba mas aggiornado al turismo, bien mantenido, además de contar con la particularidad de que está ubicado frente a la Floresta dos Macacos, también cuenta con una piscina natural en medio de la selva y en algunas épocas del año una playita de arena blanca al frente del hotel y a orillas del río Taruma (un afluente del Rio Negro).
Sus habitaciones son bungalows y están bien alejadas del cuerpo del hotel, y en contacto directo con la naturaleza.
Una nochecita luego de bajar el sol, me fuí a caminar por los senderos que conectan estos bungalows, el canto de las aves y el sonido de los diferentes animales que rodeaban la selva era realmente ensordecedor. Puff! Algo tan simple, pero fue de los momentos mas lindos que recuerdo y que guardo en mi memoria.
Este viaje al Amazonas me dejo un montón de lindos momentos y experiencias.
Lamentablemente también me recuerda que el pulmón del planeta esta siendo cada vez mas devastado por el ser humano, lo cual me llena de tristeza. Manaos viene perdiendo su área verde y con ello una gran biodiversidad encontrada en el Amazonas.
Desde el lado que le toque a cada uno, defendamos y cuidemos el medio ambiente con todo lo que eso implica y entendamos de una vez que la naturaleza en cualquiera de sus formas no necesita de nosotros para regenerarse, pero nosotros sí necesitamos de ella.
Cuidémosla .
Es nuestro único y gran tesoro.
Commenti